12 noviembre 2011

El Gay que arma Cigarrillos

El Gay que arma Cigarrillos me pide a la noche que desocupe la mesa, la única mesita que hay en el cuarto del hostel, en el cual dormimos esta noche 7 personas de diferentes nacionalidades. Tiene la maquinita armadora de cigarrillos y se ha comprado también unos "cigarrillos vacíos", que se llenan con tabaco y con la maquinita se prensan, y voilà, un cigarrillos de tabacco armado igual a un cigarrillo industrial.
Por las noches, antes de dormir se baña con una pomada parecida al "Atomo desinflamante". Y de repente, las camas son como encías, y nosotros 7 dientes reposando en ellas, dentro de una boca sana y mentolada, y aunque no se duerme bien, uno despierta sintiéndose un chicle gigante que camina dentro de una caja de chicles que es el mundo, la ciudad, el baño de la pieza.
Porque al final, si de espacios se trata, de espacios y no de ciudades o barrios, la ciudad es un espacio más grande que el baño de la pieza, pero son 2 espacios. Entonces New York es un espacio más grande que mi baño, aunque como espacios, tienen cosas en común, como por ejemplo el aire. Porque si de aire hablamos se complica para definir tamaños.
Para vender una casa podriamos decir "En esta casa entran cuarenta kilómetros de aire", o como sea que se mida el aire. "Ahhh, es una casa grande". Y por supuesto pensaríamos que estos son los famosos "locos del aire", y bueno, logicamente ellos pensarian que nosotros somos los no tan famosos "locos de la superficie". Y yo nos diría a todos que efectivamente es una cuestión de democracia y que se preparen para vencer en las proximas generaciones.
Yo prefiero mirar el mundo en partículas de buena fe. Me parece que el agua, el aire y las superficie son cosas que a veces no sirven al ser humano en tanto ser existencial. Y todos me dirán que como la buena fe es algo casi imposible de encontrar, mi forma de ver el mundo sería tan inútil como dedicar una vida al estudio de camellos voladores. Y yo les diría que cambiaría todo lo hecho por ver al menos un camello volando.
Y el gay que arma cigarrilos me diría "¿Gay o no gay?".
Y diríamos tantas cosas que si las escribo todas no habría nada para decir, porque conocido el futuro no tendría encanto vivirlo.
En todo caso, la falta de asombro es causada por una superlativa capacidad de imaginar futuros posibles. Es una capacidad tan nefasta que algunos se atreven a definirla como incapacidad. Depende.

No hay comentarios.: