16 marzo 2011

Consejos apócrifos

La seducción se ha vuelto algo tan rutinario y sistemático que paulatinamente ha perdido el encanto. Por eso es que hemos decidido desarrollar un compendio de consejos para romper este tedio cotidiano al que cada vez estamos más expuestos. Creemos que el seductor, debido a la liberalidad de las relaciones sexuales actuales, ha perdido su carácter de valiente y obstinado para ser considerado un simple ser humano que atiende sus necesidades básicas y las de la mujer u hombre que simulan ser seducidos. Esto es causado así mismo por la época en la que vivimos en que seducir ya no es algo complicado, si no más bien un hecho predecible al que el seducido prácticamente ya no opone resistencia alguna. Dicho esto, queda establecido que hoy el valiente no es el que seduce sino el que no seduce o evita ser seducido. Basta decir, antes de desarrollar nuestra exposición, que si usted es una de esas personas todavía interesadas en el hecho de seducir, le recomendamos que abandone esta lectura revolucionaria y se ponga a leer una de esas novelitas eróticas donde el que trae la pizza, el mecánico, el bombero, el policía, el plomero o el hombre del cable no son más que hombres viriles o mujeres hermosas que luego de solucionar el problema por el que han sido llamados, tendrán la gentileza de acostarse con usted, y todo incluido en el precio de la reparación.

Las dos caras de la moneda

Las posiciones en esta encrucijada son relativamente simples. Por un lado tenemos el seductor (Activo en la seducción) y por otro lado la persona a ser seducida (Pasivo en la seducción). Estos papeles pueden ir invirtiéndose a medida que la conversación o relación se encuentran en proceso. Pero para no complicarnos empezaremos tocando la parte pasiva del asunto respondiendo a la siguiente pregunta:

¿Cómo no ser seducido?

Al acercarse una persona del sexo opuesto demuestre tedio, nunca indiferencia. Preguntar a la persona que se acercó que quiere o porque habiendo tantos lugares o espacie libres viene a ponerse justo al lado suyo, puede ser un muy buen comienzo y muchas veces un buen final. Pero como ya dijimos lo importante es demostrar tedio, hosquedad. Cuando decimos que no hay que comportarse con indiferencia es porque esto puede generar la sensación de desafío en el rechazado, o peor aún, implantarle la idea de que usted simplemente está fingiendo esa indiferencia, lo que trae emparejada en el otro la convicción de que usted finge desinterés para darse importancia y coquetear. La indiferencia no tiene cabida en nuestro proyecto, no en la circunstancia de los encuentros casuales o primeras citas. De todos modos este tema será ampliado ya que en determinadas circunstancias la indiferencia puede traer sus frutos. Pero esto lo veremos cuando se toque el caso de cómo ser abandonado por una persona con la que ya llevamos algún tiempo en pareja.
Existe otra situación bastante popular muchas veces escogida por las personas para producir un acercamiento. Es el caso de las miradas sugestivas. Cuando alguien intente esta mirada con el objetivo de llamar su atención repúdiela. Esto se puede hacer de distintas e infinitas formas pero le daremos una o dos con las cuales empezar. No alcanza con hacer el distraído, porque eso podría dar lugar a confusiones y reintentos por parte del otro. La primera opción es simplemente hacer un gesto de negativa con su dedo índice que comunique “no, mire para otro lado porque a mi no me interesa nada con usted”. La otra opción, que es sin duda la más recomendada, consiste en comportarse de manera grotesca como por ejemplo lanzando un escupitajo o rascándose las axilas. La lista de posibles groserías es interminable, sea creativo. Es importante dejar en claro que el gesto grotesco se dedica a la otra persona, no puede haber lugar a malos entendidos.
Como siempre lo haremos según el caso, daremos para cerrar este capítulo, la opción de emergencia. Esta opción no debe ser utilizada sino como último recurso y se resume en injuriar a la otra persona por medio de gestos o palabras. Ejemplos miles aunque vale decir que su dedo anular puede ser un compañero ideal en estos casos. Bailar mal, fingir el borracho o el estúpido, tropezar, romper cosas son simples variantes de las técnicas de no seducción por ahora expuestas. Esto es todo lo que podemos decir en lo que concierne a encuentros casuales.

¿Como no seducir?

Actúe como si nadie le importara, y absténgase de mirar a persona alguna. Lo infalible para ejecutar esta misión es mantener la vista hacia el suelo ante la amenazante cercanía de persona alguna. No es necesario ahondar en esto por ahora, las cosas están bastante claras.

Encuentros inducidos

Puede suceder que el encuentro no sea aleatorio sino causado por usted para poner en práctica estos conceptos. Sepa que la seducción es patrimonio de la sociedad y es algo difícilmente evitable, por lo que la no seducción es solo posible a través del entrenamiento cotidiano. ¡Y otra cosa!, hay diferentes grados de no seducción. Una vez trabajados algunos aspectos esenciales de nuestra doctrina, la no seducción puede transformarse en algo maquiavélico y lúdico al mismo tiempo, tentando a la vida usted puede generar los momentos para no seducir.

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